Azul, una organización que une a los latinos por el océano

“Marce antes vendía peces, ahora los salva”. Estas son las palabras con las que la organización Azul, la única en el país enfocada en educar latinos sobre la conservación marina, describe a su fundadora y directora, Marcela Gutiérrez Graudins. Marcela, quien ahora se considera una activista del océano de tiempo completo, antes solía trabajar en una compañía de pesca internacional en San Diego. “Parte de mi trabajo consistía en conseguir suficiente comida para unos atunes, unos pescados grandes que a diario debían comer el equivalente al 10% de su peso”, comenta. Esa búsqueda interminable de alimento para los atunes, paradójicamente, la llevó a conocer el mar, no sólo su majestuosidad sino sus dificultades.

“Los océanos tienen muchos problemas que a veces no vemos, porque son grandes e infinitos, entonces es muy difícil pensar que hay problemas de contaminación, o identificar a simple vista que su pH se está viendo afectado por las altas temperaturas”, agrega. De hecho, ella suele repetir que, a pesar de cubrir más del 70% del globo, sólo el 1% de la superficie de los océanos está protegida. Una cifra que es mínima si se tiene en cuenta que entre el 50 y el 80% de la vida se encuentra en el mar, lo que representa el 90% del espacio habitable del planeta. Sin embargo, lo que sabemos de la vida marina es poco, pues sólo ha sido explorado el 10% del océano.

Por esto, desde hace nueve años, Marcela empezó a trabajar por el mar. De la mano de la organización Azul, ahora localizada en San Francisco, han liderado y apoyado iniciativas como la prohibición de bolsas de plástico en California o el diseño de áreas marinas protegidas en sus costas. Un trabajo monumental si se tiene en cuenta que, según Naciones Unidas, ocho millones de toneladas de residuos plásticos llegan a los océanos cada año.

También, buscando incluir a más latinos y latinas en los debates públicos, en el 2015 comenzaron la campaña “Latinos Marinos”, que ya cuenta con 25 defensores quienes hablan frecuentemente con legisladores y tomadores de decisiones en el Capitolio de California sobre asuntos relacionados con la conservación del océano y las comunidades costeras. Una misión que no es pequeña. Según explica Marcela, cómo la mayoría de los latinos no viven cerca del océano, a veces nos cuesta entender esa importancia del océano. Pero ella tiene una razón sencilla para dar, que es la primera que enumera siempre: “De cada tres respiros que damos, dos de estas veces el oxígeno viene de los océanos”, comenta. En otras palabras, esto quiere decir que la mayoría de oxígeno que respiramos viene del mar. Y es que, como ella insiste en aclarar, el mar es algo majestuoso.

“Además de ser un tema de subsistencia, de poder respirar, el mar nos da otros beneficios personales y espirituales, así como comida y recursos que tomamos”, agrega. Para ayudar a salvarlo no hace falta sino tomar pequeñas acciones. “Ya sea dejar de usar popotes y bolsas de plástico o hablar con congresistas y comunicarles nuestras preocupaciones, todo cuenta. Incluso, hablar con las personas de nuestra comunidad, a nuestro alrededor, y comentarles por lo que está pasando el océano. Porque lo primero y lo más importante, es ayudar a comunicar que el océano necesita nuestra ayuda, cada granito de arena cuenta”, concluye la líder latina.

Nuestras Historias

En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

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