Diversificar el estudio de la tierra: la misión del SSFRP

Como estudiante de segundo año de secundaria en la Escuela de Liderazgo para Mujeres Jóvenes de East Harlem, Anjelle Martínez estaba interesada en las ciencias de la tierra. Sin embargo, nunca había tenido la oportunidad de tener una experiencia práctica con estas. Pero, afortunadamente, su profesor de ciencias de la tierra le contó sobre el Programa de investigación de campo de la escuela secundaria (SSFRP, por sus siglas en inglés), dirigido por el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty del Instituto de la Tierra (Lamont-Doherty Observatory, The Earth Institute, Columbia University). Desde que se fundó el programa en 2006, SSFRP ha estado trayendo estudiantes de secundaria, maestros de ciencias y estudiantes universitarios a Lamont cada verano para realizar investigaciones de campo y de laboratorio en ecología de humedales. Martínez se inscribió de inmediato y ha sido parte del programa durante siete años.

En los Estados Unidos, las ciencias de la tierra son uno de los campos menos diversos de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Kuheli Dutt, subdirector de asuntos académicos y diversidad en Lamont, descubrió que casi el 90% de los títulos de doctorado del campo se otorgan a blancos, mientras que los profesores de color tienen solo el 3.8% de los puestos permanentes en los 100 mejores departamentos de ciencias de la tierra. En la Universidad de Columbia (Columbia University), entre 2015 y 2019, al menos el 95% de los miembros de la facultad de ciencias ambientales y de la tierra eran blancos. Todavía no hay profesores negros. Este desequilibrio racial en el campo ha persistido durante décadas en todas partes. Marcia McNutt, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias, reconoció recientemente que la ciencia ha sido “parte del problema” de la desigualdad racial más que la solución. Además, instó a la comunidad científica a comprometerse a “iniciar, expandir y evaluar la efectividad de programas para aumentar la representación” de las personas de color y los pueblos indígenas en la ciencia.

Aumentar la diversidad no se trata solo de oportunidades y representación, sino que también enriquece la ciencia misma. “Cuando tienes diversos participantes y diversas partes interesadas, tendrás más perspectivas diversas que definitivamente fortalecen cualquier área de investigación”, comentó Dutt. Como ejemplo citó un estudio de 2.5 millones de publicaciones científicas en el que se encontró que aquellos estudios con coautores étnicamente diversos fueron citados con mucha más frecuencia y recibieron más atención que aquellos que carecen de coautores étnicamente diversos. Otro estudio de más de nueve millones de publicaciones científicas llegó a conclusiones similares.

Dutt sostiene que las diversas razones de la falta de diversidad en las geociencias deben abordarse simultáneamente. “Los niños necesitan poder tener modelos a seguir, necesitan ver a personas como ellos en puestos de liderazgo superior y docentes. Además, el campo de las geociencias tiende a estar muy dominado por los blancos. Eso significa que existe el problema de la inclusión para aquellos que no pertenecen a esa cultura”.

SSFRP, cuya misión es promover una mayor diversidad en las ciencias de la tierra, es un esfuerzo para lograr que más jóvenes de color se incorporen al proyecto. El 85% de los 400 estudiantes que se han graduado del programa son negros, latinos o del sur de Asia. Alrededor del 80% asistió a escuelas donde la mayoría de los estudiantes recibieron comidas subsidiadas. En los últimos años, el programa se ha asociado con escuelas secundarias públicas como The Young Women's Leadership School of East Harlem, The Young Women's Leadership School of Queens, The Urban Assembly New York Harbor School, Bronx Latin, Bronx Center for Science and Math, Frederick Douglass High School I, Curtis High School y Manhattan Hunter Science High School.

Bob Newton, es científico investigador senior en geoquímica en Lamont, quien además fundó y codirige el programa SSFRP junto con la ex profesora de ciencias de la ciudad de Nueva York, Susan Vincent. Él explica que "entre el 40% y el 50% de nuestros alumnos intentan especializarse en ciencias o ingeniería". Algunos también han realizado estudios de posgrado. Muchos de los estudiantes de SSFRP han recibido becas por mérito, incluidos cinco premios Gates Millennium.

En el pasado, SSFRP ha comprendido una sesión de verano de seis semanas en Lamont. Los estudiantes y maestros de SSFRP, son tratados como "científicos de carrera temprana" y son asesorados por científicos de Lamont. Los estudiantes usan Piermont Marsh, parte de la Reserva Nacional de Investigación Estuarina del Río Hudson, como su laboratorio. Trabajando en equipos, recolectan muestras, hacen experimentos y estudian aspectos de la ecología de los humedales, como la acumulación de sedimentos, la química del agua subterránea, el ciclo de nutrientes, los niveles de bacterias, las especies de peces, los patrones de alimentación de los peces y la distribución de plantas nativas e invasoras. También leen literatura científica y toman clases de análisis de datos y ciencias de campo. Al final del verano, los estudiantes preparan una presentación oral y un póster sobre los resultados de su proyecto.

Durante los últimos cuatro años, el programa ha involucrado a 54 estudiantes de secundaria (incluidos los recién graduados), 15 estudiantes universitarios (la mayoría son graduados del programa de secundaria) y 10 profesores de ciencias de secundaria. Los estudiantes universitarios sirven como líderes de equipo, quienes planifican y facilitan el trabajo de campo y laboratorio.

Este verano, debido a COVID-19, SSFRP se ha movido en línea. Dieciséis estudiantes de pregrado, con especialización en ciencias o ingeniería que son exalumnos del programa de la escuela secundaria, se desempeñan como líderes de equipo y llevan a cabo talleres en línea de dos semanas para 43 estudiantes de secundaria. Diez profesores de ciencias de la escuela secundaria de Harbor School y Young Women’s Leadership están ayudando a los líderes de equipo a desarrollar el plan de estudios. Los talleres se enfocan en salud ambiental, justicia ambiental, racismo ambiental, activismo ambiental y político, pandemias y enfermedades zoonóticas, análisis de datos de nutrientes de humedales, calentamiento global y COVID, infraestructura verde y sustentabilidad asequible. Se está entregando a los estudiantes equipo para medir la contaminación del aire o el dióxido de carbono para que puedan tomar medidas dentro o alrededor de sus hogares y analizar los datos.

Una versión original de este artículo fue publicada en inglés en el blog State of the Planet del Earth Institute de la Universidad de Columbia (The Earth Institute, Columbia University). https://blogs.ei.columbia.edu/2020/07/22/lamont-doherty-program-diversity/

Nuestras Historias

En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

Anterior
Anterior

Así afectará el COVID-19 a la seguridad alimentaria

Siguiente
Siguiente

Tatiana Castro: la colombiana que salva las ostras de Nueva York