Así afectará el COVID-19 a la seguridad alimentaria

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pandemia del COVID-19 está impactando los sistemas mundiales de comida, así como perturbando el comercio agrícola regional y las cadenas de valor. La FAO ha advertido que la escasez de alimentos es un riesgo real en los próximos meses.

Además, la rápida propagación mundial del virus plantea una amenaza para millones de personas que viven en países que ya son vulnerables a la inseguridad alimentaria, la desnutrición y los desastres naturales. Esta crisis sanitaria mundial pondrá a prueba nuestros sistemas alimentarios y comerciales de forma nunca antes experimentada.

Para poder entender mejor este complejo riesgo, el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia (The Earth Institute, Columbia University) habló con Michael Puma, director del Centro de Investigación de Sistemas Climáticos de la Universidad de Columbia (the Center for Climate Systems at Columbia University). Puma estudia la susceptibilidad que la red mundial de comercio de alimentos tiene frente a las perturbaciones naturales, incluida la variabilidad y el cambio climático. También trabaja en el proyecto Adapting Agriculture to Climate Today, for Tomorrow (ACToday), centrado en la seguridad alimentaria. Se ha enfocado en caracterizar el suministro de alimentos de los seis países en lo que el proyecto tiene incidencia (Colombia, Guatemala, Vietnam, Etiopía, Senegal y Bangladesh), para comprender las dependencias que tienen en el comercio de los principales cultivos y su capacidad nutritiva.

¿Cómo es la cartera de suministro de alimentos de estos seis países? ¿Cómo equilibran la producción nacional con las importaciones y cómo estas decisiones afectan sus perfiles de riesgo climático?

El comercio es un factor crítico para comprender el suministro de alimentos y su vulnerabilidad al clima. En algunos países de ACToday, como Senegal, las importaciones son esenciales porque representan casi el 60% del suministro interno del país. Por el contrario, en Etiopía y Bangladesh, las importaciones representan entre el 15% y el 17% del suministro interno, un valor más cercano al promedio mundial.

Muchos factores afectan la forma en que los países equilibran la producción nacional y las importaciones. Sin embargo, los impactos masivos de la globalización no se comprenden bien, lo que significa que tampoco comprendemos completamente los riesgos asociados con la interconectividad global. Con la actual crisis de COVID-19, ahora estamos comenzando a ver cuán vulnerables son realmente los países de todo el mundo a los trastornos sistémicos globales. Varios países, incluidos Rusia, Ucrania, Vietnam y Camboya, han impuesto restricciones comerciales, mientras que Egipto ha acelerado la compra de cereales. Si continúan estas fuertes intervenciones comerciales, la crisis podría intensificarse y desencadenar picos en los precios mundiales como el mundo experimentó en 2008.

Claramente, las interrupciones imprevistas en el sistema alimentario mundial pueden provocar impactos en cascada que afectan a los países en desarrollo. El suministro de alimentos y la accesibilidad, ambos pilares de la seguridad alimentaria de un país, pueden verse afectados negativamente. Para ello, hemos estado trabajando para comprender de dónde proviene el suministro de alimentos de cada país de ACToday, tanto en cantidad como en contenido nutricional. También estamos trabajando en una evaluación del sistema alimentario de Senegal, a la luz de su dependencia relativamente alta de las importaciones para comprender lo que significa para los precios de los alimentos en todo el país.

La accesibilidad alimentaria es una de las principales preocupaciones de los países que hacen parte de ACToday. ¿Cómo los quiebres en la cadena de suministro de alimentos pueden traducirse en dificultades para las personas en estos países?

Como está demostrando la pandemia de COVID-19, las cadenas de suministro de alimentos son complejas. Tienen numerosos componentes, cada uno de los cuales puede ser vulnerable a las alteraciones relacionadas con el clima. Las interrupciones en la producción, el procesamiento, el transporte o incluso el comportamiento de compra pueden influir negativamente en la disponibilidad y los precios de los alimentos. De hecho, existe una preocupación sustancial en este momento sobre cómo afectará la pérdida de trabajadores migrantes a la producción de alimentos. Las cadenas de suministro también están en riesgo, ya que representan vías a través de las cuales se puede propagar el virus. Estos riesgos, si no se mitigan, pueden provocar dificultades asociadas con la inseguridad alimentaria, incluida la desnutrición e incluso el hambre. Como parte de ACToday, estamos trabajando para resaltar tales vulnerabilidades e identificar formas de reducir los riesgos de los sistemas alimentarios.

¿Existen preocupaciones diferentes o únicas entre los hogares pobres rurales y urbanos?

En general, las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria de los hogares pobres, tanto rurales como urbanos, se centran en la accesibilidad a los alimentos, que se ve afectada por una variedad de factores, desde la disminución de los ingresos familiares hasta los picos de los precios del mercado de alimentos local. Se necesitan nuevos esfuerzos para examinar las interacciones detalladas dentro de la cadena de suministro de alimentos. Mis colegas y yo estamos trabajando para caracterizar cualitativamente los riesgos del coronavirus en varios países subsaharianos, incluido Senegal, desde pequeños agricultores y comerciantes hasta supermercados y minoristas y comerciantes globales. Nuestro objetivo es explorar varios escenarios asociados con la crisis actual y luego mapear las vulnerabilidades en múltiples niveles, desde el nivel global hasta los detalles de las cadenas de suministro nacionales.

¿Cuáles son las implicaciones para el comercio nacional e internacional, así como las políticas y respuestas de protección social?

La FAO, el Banco Mundial y muchas otras instituciones han reconocido la necesidad de garantizar la estabilidad y la confianza en los sistemas alimentarios del mundo. Una de las claves es desarrollar e implementar un conjunto de mejores prácticas para evitar medidas proteccionistas reaccionarios y excesivamente entusiastas que podrían perturban el comercio mundial. Con este fin, la FAO está recopilando respuestas políticas que se han dado en el pasado, incluidas sus fortalezas y debilidades, para poder tener mejor información para las posibles intervenciones políticas en los sistemas alimentarios.

En las próximas semanas y meses ¿cuáles serán algunos de los indicadores a los que estará atento?

Más que todo a los indicadores clave de los precios de los alimentos, incluido el Índice de Cereales y Semillas Oleaginosas (GOI) del Consejo Internacional de Cereales, y al Índice de Precios de los Alimentos (FFPI) de la FAO. Para realizar un seguimiento de las preocupaciones a nivel local, el Programa Mundial de Alimentos ha desarrollado un Centro de Análisis del Hambre que incluye un monitor de los precios de los alimentos en el mercado local. Para la producción de cultivos, estaré viendo el GEOGLAM, que es el monitor de cultivos para el Sistema de Información del Mercado Agrícola del G20. 

Una versión original de este artículo fue publicada en inglés en el blog State of the Planet del Earth Institute de la Universidad de Columbia (The Earth Institute, Columbia University). https://blogs.ei.columbia.edu/2020/04/22/covid-19-food-security-implications/

Nuestras Historias

En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

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