De basura a energía, la ingeniosa idea que ya funciona en Río de Janeiro (Brasil)
La ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, como muchas otras, no ha logrado escapar a dos de las problemáticas ambientales más complejas que tiene el mundo: el desperdicio de alimentos y lograr construir un sistema energético que no incremente el calentamiento global. De hecho, según datos de la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria, en este país, alrededor de 40,000 toneladas de comida son tiradas a la basura diariamente, las cuales, paradójicamente, llegan a vertederos de basura donde se descomponen, emitiendo grandes cantidades de metano, uno de los gases efecto invernadero que más contribuye al cambio climático.
Buscando cambiar ambos escenarios, en el año 2018 el departamento de basuras de la ciudad de Río, conocido como Comlurb, inauguró la primera planta que permite convertir los desechos orgánicos en energía. Ecoparque, como fue nombrado el proyecto, está ubicado en el barrio Caju y tiene la capacidad de procesar entre 35 y 50 toneladas de desechos por día, lo que le permite no solo producir la propia energía que la planta utiliza, sino alimentar hasta 19 vehículos eléctricos de la compañía, según explicó Comlurb al medio alemán DW.
Además de generar electricidad, la planta también produce biocombustible y fertilizantes que se pueden utilizar para impulsar la agricultura y el manejo de bosques sosteniblemente.
El proceso para lograr estos beneficios, incluso, puede sonar simple. La planta, cuenta una reseña sobre Ecoparque realizada en la revista digital Global Recycling, consiste en siete módulos de un tamaño similar al de un contenedor de transporte marítimo, al que van a parar los desechos. Allí permanecen sellados por dos o tres semanas, mientras una bacteria que también se les introduce degrada la materia orgánica y produce metano. Este gas es guardado mientras se remueven los desechos descompuestos – que se convertirán en fertilizante- y después pasa por un proceso para que se convierta en electricidad a través de la combustión.
“La idea del Ecoparque es tener un lugar para la experimentación de nuevas tecnologías que en el futuro —y si han demostrado su viabilidad económica, financiera y ambiental— sean adoptadas por Comlurb, provocando que cada vez se desperdicien menos desechos en vertederos", agregó José Henrique Monteiro Penido, jefe de sostenibilidad ambiental de Comlurb, al medio DW.
Y, por ahora, todo parecería indicar que las cosas van por buen camino, ya que el departamento de basuras de la ciudad de Río estima que Ecoparque es capaz de extraer entre 100 y 150 metros de biogás por cada tonelada de desechos procesados.
No se trata de una cifra menor. No solo porque, como lo señala el proyecto de soluciones Drawdown, los vertederos de basura representan el 12% de las emisiones de metano a nivel mundial, sino porque es un proyecto que se alinea con los compromisos climáticos de la ciudad. Vale recordar que Río de Janeiro fue una de las más de 70 ciudades que se unió a la promesa de ser carbono neutral para 2050 y el Ecoparque que convierte basura en energía es una de las piezas para lograrlo. Tanto así, que se espera que el modelo no solo sea copiado en otras ciudades de Brasil, sino de toda América Latina.
Nuestras Historias
En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".