Un mundo sin abejas ni tomates: lo que podría traer el cambio climático

Cuando vamos a comprar comida, ya sea en un mercado local o en una cadena de grandes supermercados, lo común es encontrarnos con filas y filas de coloridos y jugosos vegetales. Pero este escenario, al que estamos acostumbrados, podría estar en riesgo. Las abejas salvajes, responsables de polinizar gran parte de estos cultivos, están empezando a desaparecer por el cambio climático, lo que no solo las pondrá en riesgo como especie, sino que generará un nuevo reto para nuestra seguridad alimentaria.

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Mientras realizaba su trabajo como investigador en ecología en el Instituto Nacional de Síntesis Matemática y Biológica en Tennessee, Estados Unidos, el físico Luis Carrasco se preguntó cómo este fenómeno afectaría a la producción de tomates en el país. No se trata de una duda menor, pues en Norteamérica el tomate no solo representa un importante ingreso económico, sino que sus cultivos de campo abierto dependen principalmente de la polinización de las abejas silvestres.

Tras realizar un estudio en el que analizó el futuro de 15 especies de abejas que polinizan el tomate, incluyendo cómo las puede afectar el cambio climático para el año 2080, Carrasco encontró, junto a su equipo, que en “algunas regiones de América del Norte habrá grandes disminuciones en la riqueza de polinizadores”.

En áreas como Ohio, por ejemplo, uno de los estados que más produce tomate, los investigadores calcularon que, en los próximos 30 años, se podrá perder más de un tercio de las especies de abejas estudiadas. En otras palabras, esto quiere decir que la producción de tomate también declinará.

“Detectamos fuertes disminuciones de potencial de riqueza de abejas en el centro y este de Estados Unidos que, además, se superpone con importantes productores de tomates”, es una de las conclusiones que da el estudio publicado en la revista científica Ecological Applications. Actualmente, según el Servicio Estadístico Nacional de Agricultura de Estados Unidos, para el año 2018 el mercado de tomate fresco representaba 814 millones de dólares, por lo que el impacto económico también podría ser gigante.

Aunque el equipo de Carrasco solo observó lo que pasará con los tomates, son muchos los cultivos que necesitan de las abejas y otros insectos para sobrevivir. En el estudio publicado en Ecological Applications señalan que el 70% de los 124 cultivos que existen a nivel global dependen directamente de insectos polinizadores y que el servicio que cumplen los insectos a través de la polinización es equivalente a $15.1 mil millones de dólares en Estados Unidos (donde solo las abejas representan $8.7 mil millones).

A la final, en el mundo todo está conectado. Y si el cambio climático pone en riesgo a las abejas, será también el alimento de los humanos lo que empezará a ser escaso. Lograr que las abejas sobrevivan, entonces, es una de las formas de garantizar que cuando vayamos a hacer mercado, en los estantes nunca falten las jugosas y coloridas verduras.  

Nota: Esta historia fue desarrollada en colaboración con Yale Climate Connections y está basada en la cápsula original: How climate change could harm some wild bee populations

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En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

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